martes, 29 de septiembre de 2009

OTRAS MANIFESTACIONES DE LA CARIDAD

Dicen algunos que la caridad no siempre es la respuesta para ayudar a salir de la pobreza. Creo que entienden por ella sólo a la limosna que se da. Puede ser que las limosnas fomenten la dependencia en lugar de la autoayuda y la confianza en uno mismo.

En la Carta Encíclica de Benedicto XVI sobre el amor cristiano, se entiende por caridad a prestar un servicio al prójimo como una respuesta a una necesidad inmediata en una determinada situación, como el hambre en el mundo. O sea, caridad, como manifestación del amor gratuito al prójimo. Este servicio está relacionado con el compromiso necesario por la justicia.

Entre las múltiples estructuras de servicio caritativo en el contexto social actual, las de voluntariado son sumamente importantes hoy día porque son, en palabras de Benedicto, una “escuela de vida para los jóvenes, que educa a la solidaridad y a estar disponibles para dar no sólo algo, sino a sí mismos”.

Pero la limosna (también el voluntariado), podrían crear también una situación de poder unilateral. Los beneficiarios persiguen que se les concedan favores, en lugar de reclamar lo que se merecen. En consecuencia, no tienen voz y desaparecen la responsabilidad y la transparencia.

Démonos cuenta que las personas pobres también pueden actuar. Los pobres pueden ser emprendedores, trabajar por cuenta propia y generar trabajo para otros. La existencia de nuestras personalidades multidimensionales implica que no todas las empresas deberían estar obligadas al objetivo único de la maximización de los beneficios. Y es aquí donde entra el nuevo concepto de “empresa social”.

Existen dos tipos de empresas sociales: una, propiedad de inversores con objetivos sociales y la otra, empresas que maximizan beneficios, pero que son propiedad de personas pobres o desfavorecidas. Considero que ambos tipos son instrumentos para servir al planeta y a las personas, especialmente a los más desfavorecidos, de la mejor manera posible.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

¿CÓMO PODRÍAMOS TRANSFORMAR NUESTRO SISTEMA SOCIOECONÓMICO PARA QUE NO SÓLO FUESE EFICAZ SINO TAMBIÉN COMPASIVO? ¡CREAMOS EMPRESAS SOCIALES!

Me pregunto si no estarán agotándose las posibilidades de nuestros modelos económicos y si la elevada tasa de paro a la que asistimos no será un fenómeno estructural y muy profundo, en lugar de meramente coyuntural. Quizá siempre haya un número considerable (y probablemente creciente) de personas que no puedan encontrar un buen trabajo. ¿Cómo podríamos transformar, me pregunto, nuestro sistema para que no sólo fuese eficaz, sino también compasivo? Modificar el sistema económico en un sentido más compasivo también proporcionaría una mayor estabilidad a nuestros sistemas políticos. Estas son frases de Alvin Weinberg, antiguo director del Oak Ridge National Laboratory, fundador del Institute for Energy Analysis y consejero de la política científica de dos presidentes de Estados Unidos.

Pero la ceguera mental que tiene la actitud económica de los sistemas económicos actuales, carece de la capacidad de asumir el punto de vista de los demás. La empatía es esencial para un capitalismo compasivo que tenga en cuenta el sufrimiento humano y su alivio.

Todo esto justifica la necesidad de crear una sociedad compasiva. Decía en alguna entrada anterior que ayudar a los demás nos hace felices. Aquel es un aspecto de la naturaleza humana al que no se presta la menor atención en el mundo empresarial. Las empresas sociales satisfacen esta necesidad humana y ése es el motivo que las convierte en fuente de inspiración.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

LA IMPORTANCIA DE LAS RELACIONES

El ser humano es social por naturaleza y necesita relacionarse con los demás. El concepto de sociedad, decía Savater (1947), viene del hecho de que somos socios. Así que estamos vinculados y debemos ser conscientes de ello.

También es comúnmente aceptada la correspondencia, muy clara y fuerte, entre las relaciones sociales y la felicidad.

Y si la felicidad, la compasión y la colaboración en general están relacionadas con la supervivencia y con el bienestar, ¿a qué estamos esperando?

La felicidad no es cosa de la sociedad. Es una aspiración y un deseo individual.