miércoles, 25 de agosto de 2010

¿CUÉNTAME QUE HAS HECHO ESTE FIN DE SEMANA?

Todos los lunes, mi profesora de inglés me pregunta: ¿cuéntame que has hecho este fin de semana? Voy a clase temiendo ya por esta pregunta porque no hago nada especial, nada que merezca la pena contar. Nothing special, le digo. Percibo que ella se queda sorprendida y me da por pensar (después de la clase) que quizás me esté perdiendo algo. Pero la verdad es que me siento bien no haciendo nada especial: leo un poco, corro un poco, ayudo a hacer las tareas de la casa, estoy en casa con mi familia… Y cuando digo bien, me refiero a un estado interior de relajación y de tranquilidad.

Esto me lleva a preguntarme qué hago, no ya los fines de semana, sino todos los días. Y la respuesta es la misma: nada especial.

Hoy, mientras regreso en el camino de vuelta a mi casa, me doy cuenta que aunque este tipo de vida rutinaria, pueda ser inútil y sin mucho sentido, o sumamente ineficaz, y que tendrá su utilidad o no, será o no atractiva a los ojos de los demás; pero, a menudo, las cosas verdaderamente valiosas son aquellas que sólo se consiguen mediante tareas y actividades de escasa utilidad. Tal vez sean tareas vanas, pero jamás estúpidas. Eso pienso yo.