domingo, 31 de mayo de 2015

LIFE ENTERPRISE MANAGEMENT (LEM)

Estoy convencido que todos los sistemas vivos están interconectados y son interdependientes. Llevo años aprendiendo de estos sistemas complejos, caóticos, auto-organizados (Morin, Capra, Mandelbrot, Maturana y Varela, Dalai Lama, Jager y muchos más me han abierto este camino). Y creo que ha llegado el momento de aplicar lo aprendido (Make It Yourself). Mi objetivo en estos próximos meses será desarrollar un marco conceptual que nos capacite para adoptar un enfoque sistémico y unificado en la gestión de las empresas del siglo XXI. Creo que la especie humana es un pequeño elemento del Universo; ni más, ni menos importante que otros. Somos un fractal. Y que, como dicen los científicos, estamos compuestos de materia y de energía. Esta materia y energía es la misma que la del Universo. Pero también creo que existe y que somos algo más. Que somos todo y somos uno a la vez; pero esto no sé explicarlo. Así que si me veo como parte de un todo y que estamos interconectados en forma de red, quisiera extrapolar esta idea al concepto de empresa. Sería similar a la red metabólica de la célula. Solo que las células somos las personas y el proceso metabólico es el de producción de un producto o servicio que resuelve un problema que tiene el sistema (social). Me gustan los ejemplos concretos, tangibles, cercanos, directos. Porque creo que así somos capaces de entender mejor las cosas. Quisiera representar a la empresa como a una Persona. Y la vida de la empresa, como a la vida de esa Persona. Esa Persona es un sistema muy complejo, compuesta por células, con funciones (digestiva, respiratoria, motora, nerviosa, reproductora y circulatoria), con necesidades (alimentación…), que a lo largo de su vida cae enferma. Para ello contamos con ciertos síntomas (temperatura corporal, dolor…) que le permitirá al médico valorar la situación, realizar un diagnóstico y proponer un tratamiento (preventivo, curativo). El gestor será el médico. La Persona (empresa) se relaciona también con otras personas. Tiene sus redes cercanas, como la familia y amigos (clusters empresariales) y también se relaciona con otras personas o redes (proveedores, clientes, competidores…). En fin, que es lo mismo. Sólo que el cuerpo de la personas funciona de forma equilibrada en la mayoría de los casos (pongamos el ejemplo de millones de personas), teniendo mecanismos de defensa fuertes ante agresiones tanto internas como externas; y la empresa funciona de forma desequilibrada en la mayoría de los casos (pongamos el ejemplo de su tasa de mortalidad). ¿Qué pasa cuando una persona muere? Me imagino que vuelve a su ser. Somos todo y uno (la ola es el mar). Pero hay otras personas a las que habremos pasado el testigo, bien a través de nuestro ejemplo, enseñanza o descendencia. A este modelo lo voy a llamar, en principio, Life Enterprise Management (LEM). El gran reto del siglo XXI será el cambio del sistema de valores que subyace en la economía global, de modo que se convierta en compatible con los imperativos de dignidad humana y sostenibilidad ecológica. No lo digo yo solo, aunque lo vengo diciendo desde que empecé a escribir este blog. Tengo esperanza dentro de mí. Como dice Václav Havel, no como algo que vaya a salir bien, sino de que tiene sentido, sea cual sea el resultado final.