viernes, 27 de julio de 2018

DE NUEVO CON EL PROBLEMA DE LA COOPERACIÓN VS COMPETICIÓN


Me interesa mucho conocer cómo el sector de los berries, en particular los pequeños productores onubenses, podría alcanzar un crecimiento sostenido como conjunto. No soy muy optimista, pero quizás esta reflexión sirva para que afloren ideas, propias o ajenas.
            Voy a rescatar los dos axiomas de la gran astrofísica Ye Wenjie y los voy a adaptar al sector de las frutas y hortalizas frescas en el contexto de un mercado globalizado. También me voy a centrar en el nivel Farm Production&Packing Operations de la cadena de valor de las frutas y hortalizas. Los participantes en este nivel podrían ser el productor (grande o pequeño) frente a otros de su misma localidad o provincia; la empresa o cooperativa productora y/o comercializadora frente a otras de la misma localidad o de localidades próximas o frente a empresas de otras regiones; grupos de empresas, asociaciones empresariales... Pueden imaginarse cualquier escala en el microsistema (p.e. productor) o macrosistema (p.e. sector onubense) de las frutas y hortalizas frescas. Sitúense a nivel de productor individual, a nivel de empresa o, incluso, a nivel de sector de los berries de Huelva. Por simplificar, voy a llamarles agentes.
            Vamos a por los axiomas. Primero, la necesidad primordial de todo agente es su supervivencia. Segundo, aunque los agentes crecen y se expanden, la cantidad total de recursos para producir siempre es la misma.
            Derivemos conclusiones. Primero, el mercado es grande, pero [la vida-las necesidades de los agentes] es aún mayor. El segundo axioma dice que la cantidad de materia permanece constante, pero las expectativas de beneficios-vida crece. El concepto de crecimiento empresarial en este plano se asocia directamente al resultado de la interrelación de las fuerzas externas y de las capacidades que la empresa ha desarrollado. De las fuerzas externas provienen las oportunidades de mercado que le dan a la empresa la posibilidad de crecer y obtener una condición tal que garantice estabilidad en su permanencia, siempre que dispongan de recursos (agua, dinero, personas...). Las capacidades, las podemos asocial al desarrollo tecnológico. Una vez que se produzca un progreso tecnológico, las expectativas de beneficios crecen y el número de agentes también. ¿Cuánto mercado queda? ¿Y cuántos recursos disponibles?
            Puede ser que existan agentes alejados. Pensemos aquellos localizados fuera de tu localidad, o de tu provincia y más alejados como en Europa (Holanda, Francia, UK...), África (Marruecos, Egipto, Turquía...), América (Méjico, Chile, Perú...), Asia... Pongamos que algún grupo de productores o empresa de unos de estos mercados pueda conocer de tu existencia (tú eres también una empresa o grupo de productores), pero no conoce tu estrategia. Y que es grupo de productores no conozca de tu presencia, por ejemplo, en la negociación con un retail.
            Ahora es preciso definir dos ideas: la benevolencia y la malicia entre productores. Benevolencia significa no ser el primero en atacar y eliminar al otro productor (competidor) del mercado. Malicia es lo contrario.
            A continuación, valoremos las opciones para que se traten estos dos grupos de productores. Vamos a tener presente los dos axiomas, así como la distancia (local, regional, nacional, internacional) y el entorno.
            Un grupo de productores podrían escoger comunicar y cooperar . Pero si lo hace debes saber que dejaría abierta su estrategia productiva y comercial. Aunque podrían ofrecer diversos grados de exposición. Pero cualquiera de ellos supondría indicar puntos débiles que el otro productor podría usar para atacar. Aunque sea más débil. Es solo cuestión de tiempo desde el punto de vista del desarrollo tecnológico.
            Pero merecería la pena arriesgar e intentar cooperar, ¿no? Si es malicioso, pues mala suerte. Pero si es benévolo, se pueden establecer relaciones y, con el tiempo, una unión para formar una coalición benévola.
            Volvamos a los axiomas. Incluso si yo soy un productor benévolo, al comienzo de la comunicación o establecimiento de tratos, no puedo determinar si el otro productor es también, porque eso violaría el primer axioma. Por tanto, una vez que recibo tu proposición de colaborar ¿qué debo hacer? Podríamos intentar descubrir si el otro es benévolo o malicioso. En el segundo caso, rompes relaciones. En el primer caso, podemos seguir colaborando. Pero eso funciona si todo lo que decimos es lo que pensamos y si lo que decimos es lo que hacemos, como explica Chris Argyris en su Teoría de la Acción. En este punto introducimos la importante idea de las cadenas de sospecha, que se agrandan mientras más diferencias haya entre nosotros (productores de otra localidad, de otras empresas...).
            El resultado será destruirte. Tampoco siendo un productor más grande, establecería relaciones con uno más débil. Porque como dije antes, el potencial de dar saltos tecnológicos, o de adoptar la tecnología de manera más rápida, puede cambiar las relaciones de poder.
            Visto así, puede parecer que esto es para las relaciones a largo plazo, y no vaya a suceder en el corto. Pero por si acaso, si eres más débil que yo, pienso que algún día te puedes hacer fuerte. Y entonces se establecerá la cadena de sospecha. Resumiendo: uno, intentar establecer contacto contigo y dos, permitir que puedas crecer, son dos opciones igualmente peligrosas y violan el primer axioma.
            Conclusión. Solo vale una opción. Abrir fuego y eliminar. El mercado competitivo es así de oscuro. Como un bosque oscuro...
            ¿Y tú qué piensas? Imagínate que eres un productor onubense que no tiene agua, o que has conseguido el agua, o que ya tenías agua, o que tienes una dimensión de explotación más grande que otros, o bien eres una empresa que tiene un producto o un contrato ahora más favorable o especial, o eres una empresa de la misma zona pero sin ese producto o contrato. Y vendéis al mismo cliente... Pero más allá también hay otros productores, empresas...