martes, 30 de junio de 2009

¿CÓMO CONTRIBUIR A ELIMINAR LA POBREZA MATERIAL? ELIMINANDO LA POBREZA ESPIRITUAL

En la última entrada en la que me despedía de Vicente Ferrer, hacía alusión a los pobres. Si nos diésemos cuenta de que la pobreza material de muchos seres humanos es consecuencia de la pobreza espiritual de los más ricos, el mundo sería bien distinto.

Y sin embargo, preferimos aceptar un mundo gobernado por las leyes del mercado, del poder, del egoísmo, del consumismo, de la ambición. Hemos abdicado de los valores y preferimos mirar hacia otro lado.

La brecha entre los ricos y los pobres de la tierra es cada vez mayor. Miles de personas viven en condiciones inhumanas. Hoy, ahora, mueren de hambre miles de personas cada día. La reacción que tienen es, en algunos casos, jugarse la vida en pateras, en otros casos caer en la tentación del fundamentalismo y la violencia. Pero no hay que mirar muy lejos. En nuestro entorno, acentuado por la crisis económica que padecemos, han aumentado los ciudadanos que viven en el umbral de la pobreza, personas destrozadas, sin autoestima, que acuden a los bancos de alimentos, a la beneficencia, porque se le ha acabado la prestación social.

Debemos enseñar esto, debemos educar para que conozcan esto, para interpretar estos hechos. Es “una verdad incómoda”. Todos tendríamos que ir alguna vez a verla para creerla.

Tenemos que exigir a los políticos, si no, nosotros los ciudadanos, nosotros los pueblos, no les vamos a seguir.

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