Tendemos a estar tan ocupados con nuestras tareas cotidianas, que nos olvidamos de mirar por la ventana, para ver-te para ver-estacosa, para ver en qué punto del camino nos encontramos y para reflexionar acerca de adonde queremos llegar.
Estoy convencido, como dice Yunus, que la mayoría de personas, especialmente jóvenes, se sentirán realmente motivadas por las empresas sociales y por su potencial para transformar el mundo. Todo lo que hace falta es la estructura económica y social que lo permita, enseñar las habilidades necesarias, fomentar la participación y enseñar el camino.
Porque cuando sepamos adonde queremos dirigirnos, llegar allí será mucho más fácil.
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