sábado, 15 de octubre de 2016

PROCESO Y RESULTADOS

Las empresas están diseñadas para propósitos específicos, como producir valor para sus clientes o rendimientos para sus accionistas. Pero, aunque es importante plantearse objetivos, lo verdaderamente relevante es centrarse en el proceso y no en los resultados. ¿Alguna vez han visto a un niño que está aprendiendo a caminar? Se cae y se vuelve a levantar, y lo vuelve a intentar, y se vuelve a caer. Y así hasta que logra mantenerse en pie y dar sus primeros pasos. ¿Qué pasaría si, tras caerse la primera vez, el niño abandonara porque no lo ha conseguido o porque cree que no lo va a conseguir. ¿Se han fijado en la cara del niño? Nunca es de desánimo, sino de satisfacción. Acepta las circunstancias y su situación tal como son, sin cuestionarlas, y sigue enfrascado en el proceso. Centrarse en los resultados desanima, por lo que si queremos ser felices, nos debemos centrar en el trabajo, en el camino, en el proceso.

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