lunes, 28 de marzo de 2011

PRAY

¿Rezar nos ayuda? ¿Necesitamos rezar? ¿Es bueno rezar?

Los japas malas, abalorios que usan en India los hindúes y budistas para mantenerse concentrados durante sus meditaciones religiosas, son unos collares de cuentas que se sostienen en la mano mientras se toca una cuenta cada vez que se repite un mantra.

Leo que, en la Edad Media, cuando los cruzados en las guerras santas llegaron a Oriente, quedaron fascinados por cómo los devotos rezaban y decidieron entonces llevar la idea a Europa, donde se convirtió en el rosario.

Pensando en ello, me viene a la memoria el recuerdo, hace muchos años, de mi abuela sentada en su mesa rezando el rosario todas las tardes. No entendía qué hacía ni por qué lo hacía. Yo sólo escuchaba un ronroneo, como un murmullo muchas veces repetido.

Hubo un tiempo, en mi adolescencia, que ese tipo de rezo me hizo conocerme y entenderme mejor. Me explico. En una época en la que me sentí desorientado, me encontré (mejor dicho, abrí más los ojos) con una serie de personas que tenían como costumbre rezar el rosario después de cenar. Participar era voluntario y yo empecé a asistir, quizás sólo por el hecho de poder estar un rato a solas. Unos rezaban el rosario sentados, otros andaban, pero todos, de alguna manera, meditaban. Otro hábito que tenían era acudir a la capilla y permanecer allí un tiempo, rezando. Yo también comencé a ir. ¿Y qué hacía? A veces nada, solo estar sentado; otras pensar (o hablar, creo que conmigo mismo). Y también pedía cosas.

Lo cierto es que estos hábitos me hicieron conocerme y valorarme mejor, tener más autoestima, ser más fuerte, decidido y emprendedor. También a reconocer los errores, relativizar y a sobreponerme a lo negativo. Y aunque todos los días cometo entre 30 y 50 errores, creo que, en definitiva, me ayudaron a adoptar una postura y un talante mejores ante la vida.

Así que creo que rezar es una muy buena práctica para todos. Lo recomiendo. Rezar todos los días. Unas veces para pedir, otras, para dar gracias.

PD: Perdonen por lo del título. Es que me llevo todo el día pensando en el inglés (que no en inglés).

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