domingo, 24 de abril de 2011

CARTA A JUAN DIEGO

Queridísimo hijo Juan Diego:

Hoy cuando leas esta carta, ya estaré en Cardiff. Ayer contigo y hoy tan lejos. Quiero decirte que te quiero mucho. Más que a nadie en el mundo y que estoy muy orgulloso de ti.

Ahora que no estoy, tú eres el mayor de la casa y te pido que ayudes a mamá, estudiando mucho, ayudando en casa y cuidando de tus hermanas.

¿Sabes una cosa? Te entiendo cuando te enfadas. Ya no eres un niño y creo que los sabes. Tu cuerpo está cambiando. Eso sí lo vas viendo. Pero por dentro tus hormonas están muy revolucionadas y eso hace que tengas cambios de humor repentinos y que te sientas desorientado porque quieres hacer cosas de pequeño, pero ya no puedes, y también quieres hacer otras cosas de mayores, pero no te dejan. Es normal, pero confía en lo que te digan tus padres, profesores y mayores. Todos ellos quieren lo mejor para tí. Créetelo.

También entiendo que estés cansado de estudiar tanto y luego de tener que ir a música y a baloncesto. Pero estudiar es necesario. Y es verdad que hay que estudiar mucho. Como hay que hacerlo de todas formas, pues procura pensar en positivo y aprovechar el tiempo lo mejor que puedas. Cuando vuelves de música y de baloncesto siempre te alegras, porque te gusta. Esfuérzate y diviértete también. Tras los conciertos y los partidos te alegras mucho del tiempo que has pasado entrenando o ensayando. Además conoces a mucha gente. Tus amigos de Bonares, los de los Maristas, tus amigos del baloncesto, los de música. Es una suerte tener tantos amigos como tienes tú. El baloncesto es un deporte y un juego que te hace más sano y más fuerte, que permite relacionarte con otras personas, que te enseña a cumplir con unas normas, que te exige concentración, disciplina y voluntad. La música, por otro lado, es una forma bellísima de comunicar. Juan Diego, nosotros nos comunicamos con el lenguaje y los gestos, pero con la música también comunicamos. Y a través de ella también transmitimos emociones (si no fíjate en Felipe José cada vez que toca la guitarra). Pero además, la música es parecida a las matemáticas (estudiando música también será más fácil entender las matemáticas). Y vuelvo al estudio. Juan Diego, sabes que para nosotros es muy importante y conforme te haces mayor, tendremos menos tiempo para jugar y más para estudiar. Pero eso no significa que pierdas tu sonrisa, tu curiosidad y tu ilusión por las cosas.

¿Sabes otra cosa? Me encanta llevarte y recogerte del colegio. Y acompañarte a música y al baloncesto. Me siento muy bien al lado tuyo, hablando contigo; tú contándome cosas. Eso me lo traigo a Cardiff. Y aunque no me veas quiero que sepas que sí estoy al lado tuyo.

Así que cuando tengas un problema, antes de quejarte, respira, cierra los ojos y habla cuéntame. Yo te estaré escuchando.

Ah!, ten por seguro que todo los días a las 7.30 iré al colegio contigo.

Ahora dale un beso a mamá y le dices que la quieres. También le dices que yo la quiero. Hazlo muchas veces.

2 comentarios:

  1. Juan Diego, me encanta como escribes y en este artículo se nota el amor que le tienes a tu familia. Enhorabuena.

    ResponderEliminar
  2. Juan Diego, eres genial. Sabes que siempre lo he creido y te he tenido un gran respeto. Estoy convencido de que la Universidad necesita personas como tú, con imaginación, siendo buena gente, etc.
    Me hubiese gustado tenerte cerca en estos días, tengo que preparar una propuesta a una convocatoria de ayudas a tesis doctorales promovida por empresa de energias renovables y quiero presentar mi tesis con gran imaginación ya que hay que meterlo con calzador. si lo consiguiera puede ser por dos años y lo dedicaría a mi ONG, la Asociación Herrerías.
    Un abrazo, Pepe

    ResponderEliminar